´Quizás es demasiado oscura´ fue lo primero que me vino a la cabeza cuando hojeando el último número de Interior Design la vi, me encantó y pensé que tenía que estar aquí. Así que la intenté olvidar -al menos como material publicable- y seguí con la lectura. Dos minutos más tarde tuve que volver, miré las imágenes de nuevo, me enamoré aún más, y corroboré que querer olvidar lleva tiempo y yo realmente no estaba muy por la labor... Entonces, poco me importó que fuera una casa demasiado vinculada al invierno (¡y nosotros en plena primavera!), porque era también demasiado inspiradora como para no compartirla. Con mucho gusto me escaparía yo unos días del calor Californiano para mirar nevar, llover... o simplemente mirar a través de esas ventanas. Su escala enorme, sus muchísimas habitaciones y el lujo que desprende cada detalle quizás la alejan de -al menos- nuestro concepto de asequible. Pero, por suerte las ideas suelen llevar más lejos que el dinero, y en cuestión de espacios se puede conseguir mucho con muy poco.
Una vez más, ¿puede haber acabado más acogedor para un interior que la madera? En forma de suelo, de techo, de barra para la cocina, de cabecero para la cama. En colores oscuros. Y claros. En la fachada, en los pedestales a modo de mueble. Incluso en los adornos. En todas y cada una de estas variantes: simplemente precioso el efecto que produce.
La escalera y las chimeneas entendidas como parte del mobiliario; los cambios de altura -tanto de suelos como de techos- generando distintas estancias en un único espacio; la iluminación discreta y sencilla y las camitas a modo de litera, son sin duda nuestros favoritos. Las vistas y el paisaje, merecen sin duda mención aparte.
Con qué detalle os quedáis vosotros? :)
