Nosotras...

Cada mañana nos levantamos con el propósito de aprender, mejorar, sorprendernos, crecer y hacer crecer a los que, voluntaria o involuntariamente, se cruzan con nosotras. En este sentido, cambiamos. Y sin duda seguiremos haciéndolo, probablemente hasta el último de nuestros días. Sin embargo, hay certezas que hemos ido encontrando en el camino, y que ya son parte de nuestra manera de encarar la vida. Son parte de la filosofía con la que miramos el mundo, y como tantas otras cosas, podemos decir que nos describen a las dos.

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Creemos que no hay mejor ingrediente para lanzarnos a la aventura de vivir que las ganas. Ganas de entusiasmarnos, ganas de hacer, de ver, de sentir. De vivir. Siempre procuramos tener una buena dosis a mano. Y si no, las buscamos hasta encontrarlas. Nuestra mamá siempre nos repetía que las ganas no siempre se tienen, también se ponen. No podemos estar más de acuerdo.

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Sabemos que nadie se resiste a una sonrisa, a un gesto amable, a una palabra de ánimo. Por eso, demostrar que los demás son la más importante de nuestras vidas es un objetivo imprescindible para nosotras.

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Nos encanta lo que hacemos. Realmente, nos encanta! Y aunque aún nos queda tanto por aprender… no perdemos de vista cada pequeño paso que vamos dando. Siempre estamos abiertas a consejos y críticas. No hay ninguna otra manera de construirnos.

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La familia es parte fundamental de lo que hemos sido, y de lo que somos. Nuestro tiempo libre, nuestros momentos grandes, y nuestros momentos pequeños son siempre para ellos. Los amigos, sin ninguna duda, están dentro de este grupo.

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Nos interesa lo que tenemos, no lo que nos falta. Siempre hemos creído que nuestras vidas son las más bonitas que podríamos vivir. No queremos estar en ningún otro lugar ni en ningún otro momento. Dificultades… muchísimas! Pero creemos que la manera de enfrentarnos a ellas es siendo flexibles. De casi cualquier situación intentamos sacar un rayito de luz. Si no se da esto, se da lo otro. Que la vida nos pone más escalones … más en forma llegaremos a lo alto. Nuestra historia nos ha enseñado que no llegamos a ningún sitio si no sabemos adaptarnos, ser elásticas pero firmes.

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´La única forma de dormir tranquilos cada noche, es haciendo de la honestidad nuestro mejor aliado´, nos repetía nuestro Papá desde que tenemos uso de razón. Quizás desde antes… Y solo podemos decir: ¡qué razón tienes, Pa! Equivocarnos es parte de cualquier camino, pero siempre podemos elegir la actitud con la que levantarnos. 

Y así podríamos seguir añadiendo más y más ** que nos describan... pero como cualquier buena amistad, ¿mejor descubrirnos poco a poco, verdad?