Londres es una de esas ciudades que cada día logra sorprender. Entre otras tantas cosas, su abanico cultural desborda experiencias, inspiración y mucha energía. Hace unos días se celebró la semana del diseño en la zona más arquitectónica de Londres así que, en la mejor compañía, me lancé al barrio de Clerkenwell. El objetivo: dejarnos sorprender con los últimos diseños que se generan en la ciudad. El paisaje, inmejorable: sol de tarde bañando las calles en las que se respiraba un aire relajado; gente riendo allá donde miraras; jazz de fondo y las más variadas conversaciones sobre arquitectura y diseño.
Showrooms, exhibiciones, charlas... formaban parte del programa, pero como suele ser habitual en este tipo de eventos hubo algo que captó deliberadamente mi atención y se convirtió en la joyita de mi semana. Mi gran descubrimiento fue una firma Británica dedicada al diseño de mobiliario y accesorios. No sé si fue únicamente la calidad y originalidad de sus diseños lo que me cautivó o también influyó la espectacularidad del lugar en el que se exponían los objectos: The Church. El caso es que, desde el momento en el que crucé la puerta, el aroma que desprendían las velas y la luz cálida de las lámparas exhibidas me trasladaron a un espacio único, auténtico, irrepetible, el lugar perfecto para admirar cada una de estas piezas. Sí, una iglesia convertida en la mejor sala de exposiciones...en ese momento más que nunca, un lugar sagrado.
Un espacio mágico para unas piezas de lujo. Me sorprendió cómo la firma, Tom Dixon, transformó el espacio con tal delicadeza. Las lámparas (por cierto, impresionantes) llenaban el edificio histórico, con sus formas redondeadas y sus colores cobrizos. La modernidad de los objetos parecía encajar a la perfección con los suelos y bóvedas originales de la iglesia y con sus cristaleras de colores. Todo en un perfecto equilibrio, generando una conversación respetuosa entre antiguo y moderno. Pura armonía.
El mobiliario, accesorios y lámparas se dibujaban en el espacio como auténticas piezas escultóricas: juzgad vosotros mismos la personalidad que aportan a cada uno de los ambientes.
Dos tonos de colores muy definidos: oscuros y cobrizos. Materiales cálidos y acabados exquisitos...diseños cuidados hasta en el más mínimo detalle.
Espero que a través de estas imágenes podáis percibir la esencia de estas piezas. Yo lo tengo claro...Si alguna vez a alguien quiere hacerme un regalo para casa, cualquiera de estos diseños sería mucho más que bienvenido! ;) Yo ya sueño con tenerlos -algún día...- en mi salón!
Tom Dixon, Iglesia de Clerkenwell
Colección Lighting, Tom Dixon
Colección Accessories, Tom Dixon
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