Hoy no podemos evitar repetirnos que una imagen vale más que mil palabras. Que podríamos pasarnos horas y horas justificando los motivos por los que nos declaramos seguidoras incondicionales de las transparencias.... y aún así nunca seríamos tan efectivas como estas fotos. Así que, sólo matizaremos que el hecho de dar cada vez más cabida a separaciones transparentes entre habitaciones nos parece un enorme acierto. No sólo porque, de este modo, la luz encuentra caminos más largos. Llega más lejos, y con matices inesperados. No sólo porque estéticamente los espacios fluyen más, se perciben más ligeros y más amplios. No sólo porque los tabiques de vidrio son tendencia-son bonitos-se llevan. Más allá de todas estas razones hay una que por sí sola ya sería suficiente. La vida de la casa es otra cuando los espacios están comunicados. Cuando podemos estar separados pero juntos. Cuando dos actividades independientes se pueden dar a la vez. Y percibirse a la vez. Sólo por esta comunión de actividades generada por la ausencia de barreras, nos apuntamos a los cerramientos vidriados! Eso sí, ¡elegir se pone complicado! :)
Feliz semana, y gracias una vez más!
