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Un loft. En Amsterdam. Por Sam Habbaba.


Tuesday, October 4, 2016



Hace tiempo que creo –y confirmo para mis adentros- que los espacios bellos empiezan a serlo desde el suelo. Las envolventes horizontales, sin duda, determinan la percepción de los ambientes. Los convierten en cálidos o fríos. Los hacen parecer señoriales, jóvenes, clásicos o modernos. Aportan, y no hay más que verlo, gran parte de la esencia. Enredada en esos pensamientos estaba yo el sábado. En uno de esos días en los que dedico más atención que de costumbre al simple hecho de estar en casa. En uno de esos días en los que abrir la puerta para entrar al calor del hogar se convierte en un momento de placer absoluto, en un ir y venir de sensaciones. En uno de esos días en los que el que la abundancia de tiempo y el sosiego del fin de semana cambian la manera de sentir los espacios. Y entonces, blog aquí blog allá, aparecieron estas imágenes. Tardé un rato en despegar la vista del suelo. Y del techo. El efecto de los materiales, y la rotundidad de las lámparas me enamoraron al instante. Y en cuanto al trinomio tonos grises + muebles de estructura metálica + madera… simplemente perfecto!