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Con qué poco...





Con qué poco… fue lo primero que me vino a la cabeza al ver las imágenes de este apartamento. Pocas piezas y poco color, pero… ¡tanta personalidad! 

El flechazo fue directo: qué ligereza la de estos espacios. La coherencia cromática y el uso de muebles sencillos, no masivos, de patas finas que permiten el paso de la luz –y la vista- a su través, hacen que sus 72 metros cuadrados se dilaten. Las habitaciones parecen, si bien grandes no, sí cómodas. 

Por no dejarme encandilar por su belleza, así, tan rápido, seguí intentando ahondar. Que no se diga que no me fijo en el interior… Y entonces llegué a la conclusión de que no resultaba nada ostentoso, pero tenía mucho diseño y ponía atención a los detalles (mi combinación favorita). La silla BKF (Butterfly) cerrando el conjunto del living room. Las sillas Bertoia, dejando un aura de modernismo en una cocina tendente a lo clásico. Y las sillas Thonet, desprendiendo ese aire distinguido de Bistro Francais… Me gustó aún más. 

Las alfombras delimitando los espacios, las flores en las mesas, los azulejos de la cocina y su suelo decapado blanco… la calma que me daría trabajar en ese office. Las plantas, estratégicamente situadas, y la fuerza de los cuadros. Las razones sobraban... aunque como casi siempre, el amor termina siendo subjetivo y me empezo a encantar simplemente, porque sí.

¡Feliz semana! :)












1 comment:

  1. Me encantan los azulejos de la cocina!!! También la composición de cuadros del salón! Espacios muy luminosos y sencillos en los que se respira serenidad. Gracias chicas!

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