...me levanté el viernes con el deseo de ´parar´ en casa, después de muchos viajes, mucho trabajo, muchas horas sin disfrutar de la calma que un té y un rato de sillón suelen generarme. Con mucha convicción me lo propuse: ´Este fin de semana a disfrutar de puertas para adentro´.
Que en los detalles muchas veces está el éxito, es un hecho. Esa búsqueda de la esencia de los espacios a través de matices es algo que –requisitos del guión- llevamos entrenando desde que empezamos nuestra aventura en la Escuela de Arquitectura. Si no antes... Y la verdad es que esa mirada atenta nos ha descubierto muchos enfoques nuevos. Muchos que, de otro modo, podrían haber sido invisibles. Como ese destapar lo inadvertido ha tenido casi siempre resultados increíbles, es algo que intentamos entrenar a diario. ´Ir despacio´ se ha convertido en recurrente primera tarea de nuestra to do list.
…El caso es que estas últimas semanas -blog mediante- andamos por la vida especialmente afanadas en el ejercicio de percibir detalles. Detalles, a veces, ligeramente ocultos por pequeños. A veces, por lejanos. Detalles que, a veces, están ahí mismo, pero con tanto alrededor que nunca podrían ser protagonistas. Detalles que no son tales a simple vista: requieren llegar a su esencia. Y detalles que ni lo son, ni lo parecen, pero que tienen la curiosa capacidad de evocar algo que merece la pena.
